CINE ARGENTINO Y LA MARGINALIDAD- Elefante Blanco
El Elefante
Blanco ¿Bajo el juramento de Dios? - La religión en las villas
Vivimos en un mundo lleno de egoísmo, pero en el que no
faltan buenas intenciones, como demuestra la película argentina, estrenada en
el año 2012, dirigida por Pablo Trapero y realizada, en el ya derrumbado, Elefante Blanco.
Si bien ha sido promocionada entre el público cristiano (se
hizo un pase para la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España) es,
sin embargo una crítica demoledora sobre la religión, o por lo menos la
posibilidad de que la fe pueda cambiar el mundo.
Esta producción argentina cuenta de nuevo con el atractivo
de Ricardo Darín, que hace el papel de cura, junto con el actor belga Jéremie
Renier, dos sacerdotes que representan dos generaciones, con diferentes
actitudes frente el problema, de cómo actúan los pastores en las villas
argentinas. Luego se une la figura de una trabajadora social, interpretada por
la esposa del director, Martina Gusman, que intenta ayudar a los vecinos con
talleres, actividades de rehabilitación y apoyo escolar. Esta situación si bien
se ve en las calles marginales, casi siempre es con grupos, fundación, o asociaciones
no gubernamentales de mas de 4 personas, ya que con una sola, por la cantidad
de chicos que lo necesitan, es difícil lograr buenos resultados
¿CRÍTICA A LA IGLESIA?
Elefante blanco nos
muestra, según Trapero, que hay “problemas estructurales, políticos, sociales,
económicos, que no puede resolver un asistente social, ni un cura, ni una
persona que desinteresadamente se acerca a la villa, para intentar trabajar con
la gente del barrio”. Darín no se considera la persona “más indicada para hacer
un análisis sobre la estructura eclesiástica, ni de su funcionamiento”, pero ve
una “cierta resignación ante las cosas que no se resuelven”. Aunque de todos
modos el esfuerzo, le parece válido. La película pretender ir por eso más allá
de una crítica a la Iglesia en sí.
La película hace referencia al Padre Mugica(1930-1974),
vinculado al movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, que trabajando en
la Villa del Retiro de Buenos Aires, fue asesinado después de celebrar misa en
Villa Luro. El crimen, que nunca ha sido aclarado, se cree que fue obra de la
Triple A (la Alianza Anticomunista Argentina), aunque mantenía una postura
crítica hacia los Montoneros, por su uso de la violencia. El era “hijo de una
familia de clase alta, que ofrendó su vida por los más humildes”. Amenazado por
la derecha y la izquierda, dijo: “no tengo miedo de morir”. A lo que añade: “De
lo único que tengo miedo es de que el Arzobispo me eche de la Iglesia”.
CRISIS DE FE
El personaje de Darín
–Julián– es un sacerdote católico, que hace una “labor más social que pastoral”,
como observa Gregorio Belinchón en un medio tan poco religioso como El País.
Estamos, por lo tanto, frente a una visión de la Iglesia católica, que lucha
contra una jerarquía sospechosa de corrupción en un proyecto del que no queda
más que una mole espectral de cemento. Las ruinas de este hospital son un símbolo
de la inutilidad de las buenas intenciones en uno de los barrios marginales de
Buenos Aires, la Villa 15, General Belgrano, que es conocida como Ciudad
Oculta, por el muro que construyó la dictadura en el Mundial de fútbol de
1978–.
Por otro lado, la película muestra como hasta los mismos
maestros de la fe, no se convencen de lo que quieren convencer, es decir, “Los
tres personajes están pasando una gran crisis con muchos puntos en común, dice
Trapero, como su relación con la fe”. Puesto que para el director “hay muchas
maneras de fe: en el otro, en tus convicciones, en tus acciones, en un ser
superior”. Darán dice, de hecho, que la película le ha enseñado a dudar de su
falta de fe. En la película está, es una clara muestra de que la religión está
en la cuerda floja hasta para los mismos predicadores.
LA IGLESIA SIN FUTURO
En esta oscura historia sin esperanza, los protagonistas se
cruzan con la violencia del narcotráfico, con las cargas de la policía, con las
venganzas entre bandas que producen terribles asesinatos, con las
manifestaciones de los vecinos que reclaman mejores condiciones y con una
adolescencia sin oportunidades. En este mundo, la fe se ve sobrepasada por “un
universo de furor, acción y caos”, donde “todo intento de crear un orden
aparente se encuentra condenado al fracaso”.
Si bien vivimos un momento de gran interés por la obra
social, la continua formación, el apoyo de organizaciones no gubernamentales que
donan millones, por diferentes desastres en todo el mundo, si ben algunas empresas
y gobiernos dedican un porcentaje cada vez mayor de su presupuesto a fondos
benéficos; la iglesia termina siendo un pieza mas para el fracaso de las villas.
La contención, el amor, el acompañamiento de los curas,
termina siendo otro elefante blanco derrumbado, sin esperanza, ni motivación de
que reconstruya, de que sea para algo mejor y cambie la vida de cada persona,
que se levanta y se va a dormir, en esas calles marginales.
Enlaces:
http://pensarencine.blogspot.com/2012/10/elefante-blanco-dirigida-por-pablo.html
https://www.youtube.com/watch?v=0Y4U4E7ls-Q
https://www.lahiguera.net/cinemania/pelicula/5914/comentario.php
https://www.periodistadigital.com/religion/arte/2012/07/09/ricardo-darin-aprendi-a-respetar-a-la-gente-que-si-tiene-fe-iglesia-religion-sacerdote-obispo-cura-papa-barrio.shtml
https://www.youtube.com/watch?v=aVD7B4ZBiFk
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